La Venezolanización de todo: La resistencia es inútil

 

Los Venezolanos venezolanizando todo

América Latina se dirige a una debacle. Desciende a una espiral carmesí que hará que todos se vaya al quinto carrizo y la URSS resurja como una gran monstruos salido de los relatos lovecraftiano…. Todo ello, porque el resto de los países de la región, no aprendieron de lo que pasó en Venezuela.

Colombia el 19 de junio irá derecho a ese cepo. Trampa en la que ya cayeron México, Perú y Chile. Trampa en la que seguro caerá Brasil, porque Lula vuelve desde el cementerio político, cual jinete apocalíptico a sacar al bueno de Bolsonaro. Todo, todo, todo perdido por no querer coger ejemplo de lo que pasó en Venezuela.

En los últimos tiempos, esos han sido algunos argumentos que he escuchado. Argumentos, que como politólogo me revientan el hígado. Cada vez que en la región hay un proceso electoral, donde aparece una opción que tiene cierto tufillo a izquierda, comienzo a escuchar a gente de todas partes lanzando ese tipo de opinión. No con el drama y la grandilocuencia con la que lo he planteado, pero por allí van los tiros.

Pero, no solo es contra la izquierda. También he oído argumentos ligeramente similares desde el otro espectro político. Estos argumentos, surgen en medio de análisis y demuestra el ego desmedido que tenemos como pueblo. Así durante la guerra de Siria, que un no termina, escuché unos cuantos: “Rusia nos va a intercambiar por Siria. Le dirá EEUU, métanse con Maduro, pero sálganse de Siria.” Luego, con el reciente conflicto en Ucrania volví a escuchar lo mismo: Biden y Putin se van tranzar Venezuela a cambio de Ucrania. De nuevo nuestro ego desmedido.

Lo cierto, es que todo el mundo tiene derecho a tener su opinión. Y, a veces, hay que respetarlas; al fin y al cabo es el principio tras la libertad de opinión. En algunos casos, no podemos respetarlas, sino que hay que atajarlas. Y, en el caso que he expuesto, no es una cuestión de no respetarlas, sino que uno en el rol de politólogo y educador debe aclarar este punto. Demostrar porque lo dicho anteriormente no son más que soberanas paparruchas que florecieron en el terreno fértil de la ignorancia.

Así que, partiendo desde la pedantería y siendo muy reduccionista voy a decir porque no es posible:

TODOS LOS PUEBLOS SON DIFERENTES.

 Sí, tan sencillo como eso. Si bien los sistemas políticos tienen comportamientos similares, porque comparte un esquema estructural similar, lo cierto es que cada Estado-Nación es diferente. Y un proceso político revolucionario, de izquierda o simplemente antisistema en un país determinado no va a tener el mismo recorrido o camino que en Venezuela. Cada uno tiene su propia dinámica, idiosincrasia y elites que lo pueden frenar.

Así pues AMLO era una amenaza, porque sería el nuevo Chávez de Centroamérica pero ¿Logró AMLO hacer todo lo que quería? La respuesta es No. Aún le queda medio mandato, pero es probable que no lo logre.  En Perú llegó señor radical y comunista ¿ha hecho la mitad de lo que prometía? No. ni siquiera lo han dejado gobernar, tampoco lo han podido sacar, como a sus antecesores. Luis Arce en Bolivia  ¿ya destrozó al país y volvió a coronar a Evo? Pues no. es más, parece que ante la debacle de la región los bolivianos están tranquilos. ¿Qué me dicen de Chile? Aun no se ha vuelto leña, y parece que su Constituyente no ha sido tan disruptiva como se temía. ¿Entonces? ¿Qué pasó con mi apocalipsis rojo rojito?

Sí, sé que muchos me dirán que decíamos lo mismo con Venezuela y Cuba; ahora míranos. Pero pregunto ¿estamos en las mismas condiciones de Cuba? ¿Somos una copia al carbón de Cuba? Yo creo que no.  

¿Qué ha pasado entre ellos y nosotros? ¿Qué va a pasar en Colombia? El gran problema de nosotros, fue que nuestras élites ya estaban desgastadas. Los grupos que habían formado, creado y sustentando el pacto de conciliación de élite del puntofijismo, se quedaron allí: en el punto fijo y estático. Y cuando llegó este populista a alterar la estructura del sistema pensaron que podrían domesticarlo —como propone la teoría de las élites—, pero lo cierto es que se les fue de control. En especial, porque la figura supo hacer sus jugadas y conseguir posiciones y piezas que le fueron favorables. Vamos, tienes al pueblo descontento, resentido. Luego controlas los medios de comunicación y hacen que el ascenso de los militares dependa del ejecutivo y ya no tanto del legislativo ¿Qué esperaban que ocurriese una vez que tuviese control de esos aspectos?

Por otro lado, debemos tener claro que la oposición venezolano es peor o más mala que el gobierno. Y, durante estos años han aplicado una serie de tácticas y políticas que ponen evidencia su desconocimiento de la política y una disociación con respecto al pueblo que pretenden gobernar. Tomando en cuenta estas variables ¿Qué más podía pasar?

Ahora, cuando tú comparas a las élites de Venezuela con las tradicionales de México, Chile y Colombia, pues las nuestras llevan de perder. En esos países, han gobernado las mismas familias o grupos durante años. Estamos hablando de élites que saben aferrarse al poder y manejarse.

En el caso de nuestro vecino, es muy probable que sean torear a Petro —si gana—, y al igual que AMLO y Castillo, se vuelva mucho ruido y pocas nueces. En el caso de Hernández, la cosa sería diferente en estilo, pero algo me dice que el resultado sería el mismo.

ES LA GEOPOLÍTICA, ESTÚPIDO

La respuesta al otro punto de la venezolanización de todo, además de los intercambios entre las potencias, como si Venezuela fuese una barajita de un álbum, se encuentra en la geopolítica. ¿Tiene Venezuela una posición geopolítica vital? La respuesta es No. tenemos una posición geopolítica económica y favorable. Tenemos una cantidad de recursos naturales importantes, pero no determinante para el mundo.

Durante los últimos años Venezuela casi ha estado fuera del mercado petrolero ¿se vino abajo el mundo? todos más allá de nuestra frontera se parece a las películas de Mad Max y zombies. ¿No? claro que no, porque existen otros grandes productores de crudo y recursos aparte de nosotros. En términos sencillos, Venezuela tiene su tumbado, pero no es imprescindible. Es por ello, que nunca iba a ser intercambiada por Siria o por Ucrania. Estas últimas por ejemplo son de vital interés para ambas potencias. En el caso de Siria, es un puerto franco para que Rusia tenga presencia en Medio Oriente y en el Mediterráneo. Para EEUU también es de vital importancia para su control de la región.

Ucrania, por su parte, es la joya de la corona rusa, por una serie de factores que van desde lo histórico, cultural, religioso, étnico y sobretodo la Seguridad. Ucrania tiene muchos recursos y esta cerquita allí mismo. A Rusia le interesa más Ucrania que Venezuela. La ascendencia en Venezuela o en Suramérica la puede recuperar fácilmente cualquier otro día. En cambio, si pierde Ucrania, Rusia perdería su vida (si fuese una persona)

Para EEUU, la UE y la OTAN, Ucrania es  una pieza clave para crear una barrera de contención ante el imperialismo ruso. Eso sin contar que también representa muchos recursos materiales y personas. Si Ucrania fuese parte de UE significaría un montón de mano de obra joven que iría a parar a una Europa cuya población envejece a pasos agigantados.

Visto eso habría que preguntarse ¿Venezuela significa lo mismo para estas potencias? ¿Aporta Venezuela lo mismo a Rusia o Europa? Me huele a que no. por lo tanto, al no tener el mismo valor, es poco probable que ambas potencias se trancen a Venezuela. Las razones son obvias, ya. ¿Y China? Pues aplica lo mismo.

CONCLUSIONES

Venezuela no es una pieza de resistencia, tampoco es el molde según el cual ha sido cortado el mundo. Así que, porque algo pasó aquí no significa que se va a replicar en la región.

Venezuela tampoco es una pieza fundamental del juego geopolítico mundial, por lo tanto, las posibilidades de que nos trancen como si fuésemos una barajita dorada de algún álbum de cromos son nulas.

¿Qué es todo esto? Solo fantasía inútil y peligrosa que debemos combatir. Venezuela tiene su propio peso en el sistema internacional, en el sistema regional. Y debes recordar que: nuestros problemas son nuestros y los resolveremos nosotros, a su debido tiempo. Que debemos dejar de lado estas ilusiones, cuando se trata de hacer un análisis correcto de la realidad.