Pensando en frío: Resultados de las elecciones de Bolivia 2020

 



Esta ha sido una semana interesante por una serie de factores, siendo dos los más importantes: 1) los resultados de las elecciones de Bolivia se publicaron el día viernes, y 2) falta poco para las elecciones de Estados Unidos. Se realizó el segundo debate donde parece que ninguno salió bien parado.


Si bien las elecciones estadounidenses tienen a todos en vilo, a mí no me interesan mucho. Quisiera disertar un poco sobre los resultados de las elecciones bolivianas. La victoria de Arce, el candidato del MAS generan una serie de preguntas, en especial sobre lo que pasó el año pasado. ¿Le dieron un golpe a Evo Morales? ¿Si el pueblo lo rechazaba cómo es que el candidato de su partido ganó con tanta ventaja? ¿Qué pasó allí?

La única forma de saber, a ciencia cierta, que ocurrió el año pasado, es la de haber estado allí. Un año después y a muchos kilómetros de distancia, solo podemos especular. Desde mi punto de vista no hubo golpe de Estado. Pues Evo Morales renunció públicamente. Los medios, hasta Telesur, lo transmitieron. No creo que lo hayan engañado, al fin y al cabo es un político versado y viejo, no una carmelita descalza.

En realidad, lo que yo creo que ocurrió fue que Evo Morales cometió el error que muchos políticos opositores por mis tierras han cometido: calculó mal. Pensó que la jugada de ceder y renunciar podría desencadenar unas fuerzas, iguales y opuestas, que le regresarían el poder. Lo cierto es, que no fue así. Comparando lo ocurrido durante aquella elección, con los resultados de esta, creo que lo que pasó fue unas series de errores, a los que se le sumó el descontento de varios sectores de la sociedad boliviana, y un Evo Morales forzando la barra.

Veamos por partes. Los sectores que se vuelven contra él fueron los policías y cierto sector de las fuerzas armadas. Los primero reclamaban una mejora en sus condiciones de vida. En cuanto al ejército, es evidente que Morales no contaba con un apoyo total y definitivo de estas fuerzas. Por lo tanto, no es de extrañar que esta les diese el esquinazo.

Otros de los sectores que se volvieron contra él fueron la clase media y algunos sectores provenientes de los pueblos originarios. Evo puso sobre la mesa al componente indígena, también sacó a mucha gente de la pobreza, creando así una clase media que iba en crecimiento. Pero, a pesar de ello, vemos como estos sectores se voltean, no ven con buenos ojos que el presidente vaya a un tercer periodo amenazando con echar a perder todo. Hay que ser ciego, sordo y tono, para no caer en cuenta que la misma persona o grupúsculo detentando el poder suelen echar por tierra cualquier proyecto. Por su parte, la clase media no suele ser fiel a nadie salvo a ella ¿Por qué? Pues es un sector de la sociedad que ha obtenido un nuevo estatus. Una vez que ve una mejora sustancial, busca cualquier mecanismo para preservarla, ya sea que este pase por ir contra quienes mejoraron su situación o evitando que otros pobres ascienda a una condición similar a las de ellos.

También tenemos que entre los jóvenes y algunos sectores de la sociedad no era visto con buenos ojos la decisión del Ejecutivo y el poder Judicial de darle otra oportunidad a Evo. Así pues, aquí hay un caldo de cultivo que desencadenó en la salida del presidente Morales. Uno que sumado a esa sospechosa suspensión de los conteos, además de las declaraciones de la OEA. Termino estallando en la cara de Evo Morales que cogió consejo muy tarde.

Es muy probable, que de haber repetido las primeras elecciones hubiese ganado sobrado. Al fin y al cabo, quienes los adversan estaban divididos. De haber calculado bien, además si hubiese realizado una buena retirada táctica, tal vez estaría ahora en el poder.

Entonces, la victoria de Arce pone en evidencia muchas cosas:

1)    Que el rechazo no fue hacia la izquierda o al MAS, el rechazo fue a Evo Morales y sus pretensiones de mantenerse en el poder.

2)    Que aquellos que se oponen al proyecto del MAS están condenados a fracasar si no son capaces de sumar fuerzas.

3)    Que la región de Santa Cruz sigue siendo importante y peligrosa. Sin duda hay dos Bolivia. Esta es una zona y allí hay un adversario de cuidado.

4)    Que estamos en unos tiempos —y en una región— donde la ideología pasó a un segundo plano. A la gente no le interesa el signo ideológico, sino vivir bien y con libertad. Maquiavelo sigue teniendo razón: al pueblo poco le importa cómo le resuelvan su problema, mientras que se lo resuelvan.

Por último, estas elecciones son un claro ejemplo de lo importante y riesgoso, que es el manejo de los tiempos en la política. Verán Arce cantó victoria desde elmismo lunes, la actual presidente los reconoció rápidamente. Con ello, les dio un espaldarazo a los resultados que Arce facilitó vía conteo rápido. Pero, debemos recordar que el TSE dijo que no iba a usar el mecanismo del conteo rápido, y decidió tomarse su tiempo en dar la respuesta.

Lo expuesto arriba es un coctel peligroso, que pudo haber explotado en el rostro de todos. Por suerte, los resultados del TSE y los de Arce coincidieron, y hubo un final feliz. Pero, me pregunto yo ¿Qué habría pasado si el día viernes los resultados no hubiesen coincidido? Pues seguro que Bolivia estaría ardiendo por los cuatro costados. Y, allí surgiría una interrogante  ¿De quién habría sido la responsabilidad? Pues de la presidente Añez. Sí, pues ella jugó posición adelantada, Arce se precipitó, era normal, de cajón que iba a pasar. Pero, ella no debía hacer eso. Debió de haber guardado silencio, o al menos haber pedido calma y hecho un llamamiento al candidato del MAS para que esperara los resultados oficiales. Y es que si van a establecer unas reglas de juego, es necesario ser coherentes con ellas. Como dije, lo bueno de esto, es que el resultado fue el predicho por Arce.

Por último, Bolivia tiene esperanza. No porque se vaya a transformar en el bastión de la izquierda. Sino porque Arce parece que va a ser comedido. Al menos, tiene un carácter propio. Ya dijo —según leí en un artículo de la BBC— que el camarada Evo seria aceptado en Bolivia. Al fin y al cabo, todo el mundo tiene derecho a defenderse, agregó. Pero, también le recordó que su ayuda sería bienrecibida, pero que tuviese presente, que él no gobernaría.

Esa acotación es interesante, porque pone en evidencia que lo trascendente aquí es el proyecto, no el caudillo. Pareciera que Arce quiere disfrutar los frutos de su esfuerzo, y que desean darle un impulso a la institucionalidad. Lo que es un hito en América Hispana.

Ahora, solo nos falta ver y esperar. ¿Se volverá Arce un nuevo Lenin Moreno? ¿Sacará adelante a su país? ¿Quedará bajo la sombra de Evo como Fernández está  la sombra de Cristina? El tiempo lo dirá.

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